Okaerinasai! お帰りなさい!

Bienvenidos hombres, mujeres y demas seres del universo. Espero que disfruten de mis cuentos este día... Saludos de una gatita con ojos verdes!

sábado, 6 de diciembre de 2008


Madrid by night

Son las 12 de la noche. Estoy de camino a mi trabajo. Es invierno y hace frío en Madrid.

Los coches pasan... los taxis y autobuses siguen transitando en la Gran Vía. Me siento sólo,

con necesidad de salir de este mundo. Llego a la discoteca; ceno y me cambio de ropa. Hablo 

un momento con la camarera. Ella se llama Lina, es china, sin papeles como casi todos los demás.

-"¡Hola Lina!"

- "¡Hola chiqui! Otro día más en este antro... Casi ya no hablo con mi hijo. Sigue en China, con

mis padres. Quiero que termine la escuela elemental para traerlo a España."

- "Te entiendo. Mi familia vive aquí en Madrid, pero es como si no estuviéramos en la misma 

ciudad. Casi no los veo, no hablo mucho con ellos. Tengo un sobrino por el cuál daría la vida. 

Se llama Julián. Pero no puedo visitarle siempre. Le extraño mucho."

La noche es larga. A las tres de la mañana llegan unos chicos, hijos de papito, muy fumados.

No los dejo entrar y empiezan a pegarme. De un empujón los echo de nuevo a la calle. 

Enciendo un cigarrillo para calentarme un poco, veo el reloj de la parada de autobús y leo: "4º"

¡Tremendo frío!

Son casi las seis de la mañana. Entro un momento para saber si las cosas están tranquilas dentro

de la discoteca. Lina me lanza una sonrisa coqueta. Todo va bien, ya casi es hora de cerrar.

Salgo de nuevo y veo a un hombre vestido con un sombrero y una gabardina negra, un poco sospechoso. 

Pestañeo un par de veces, regreso a ver a la calle y desaparece. ¡Uf! ¡Qué susto!

Lina sale y me dice: - "Chiqui ya nos tenemos que ir. ¿Cierras?"

Saco los candados, bajo la persiana metálica y cierro el garito. Me despido de Lina con un beso en la

mejilla.

Camino sin rumbo. Empieza a amanecer. Paso por Plaza de España, Palacio de Oriente... sigo de frente 

y me paro en el puente de la calle Bailén. Subo por la pared de cristal. Me siento al borde del

puente... ¿Estoy seguro de lo que estoy haciendo? No me siento feliz y mi vida no tiene sentido.

Julián perdóname...

Suena un golpe seco en las piedras y el agua del río lo saca a flote...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Atractivo, aunque un poco triste, el cuento.
Ya te tengo directa en mi manada, linda.
Muchos besotes.

·Esteban· dijo...

Golpe y destape en las piedras , el río hara el resto del trabajo .
Una historia muy real para los tiempos que vivimos , personas que lo tienen todo , pero se sienten muy infelices e incapaces de seguir , corbardía? , valentía?
La ingocnita flota en el aire, bueno esta vez en un río.


un beso ..
Te amo mi gatita!!