Todos los recuerdos vuelven cada noche.
Estar encerrada 12 horas en un restaurante no es nada fácil, pero si más llevadero cuando puedes conversar con un cliente. Por mucho que diga la gente, es imposible vivir sin comunicarse. Hasta para pedir algo para beber uno debe hablar e incluso dar las gracias.
Creo que aunque la vida de un/a camarero/a pueda ser todo un corre-corre, agujetas, dolores de cabeza... Creo que puede ser gratificante y reconfortante poder conocer y conversar con gente de todo tipo de lugares.
Nos volvemos más pacientes al igual que impacientes. Es difícil complacer a todo el mundo, y lograr tener a los cleintes satisfechos. Se busca complacer al cliente más allá del producto esperado. Eso no quiere decir que El camarero sea un esclavo del cliente...
1 comentario:
buuu bobresita preciosa se te quiere se te extraña besos
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